Los Mayos a la Virgen

----------------------------------

¡¡¡ ESTE DOMINGO !!!

----------------------------------

Los Mayos es una de las tradiciones más antiguas que tiene el municipio del Pozuelo.

Son canciones que cantan los mozos el primer Domingo de Mayo en honor de la Virgen María.

Las letras de los Mayos dan gracias a la Virgen por llegar con salud un año más y poder cantarselos a modo de ofrenda.

LOS MAYOS
Gracias a Dios que llegué
gracias a Dios que he llegado,
a las puertas de la iglesia
donde a mi me bautizaron.

Gracias a Dios que llegué
con contento y alegría,
por siempre alabado sea
dulce nombre de Maria.

Gracias a Dios que llegué
con alegría y contento,
por siempre alabado sea
el Santísimo Sacramento.

Sacramento Sacramento,
sacramento del altar
por quien fuiste concebida
sin pecado original.

Soberana Virgen
con vuestra licencia,
Perdonad si acaso
pierdo la obediencia.

Mi licencia es fiel,
ya la tenéis dada
para que vosotros
me pintéis de gala.

Esa es tu cabeza,
una y redondita,
que en ella se forma
una margarita.

Esos, tus cabellos,
son hebras que al cielo
suben a las almas
y así dan en ello.

Tu frente espaciosa,
relumbrante espejo
el que en él se mira
cierto tiene el premio.

Tus cejas señora,
son dos arcos bellos
que al género humano
están sosteniendo.

Tus ojos Señora,
son de cristal claro
que San José al verlos
se quedó turbado.

Tienen tus mejillas
color tan perfecto,
que sorrostrar pueden
un rostro tan bello.

Tus oídos Señora
me hacen mil favores,
porque das ausencia
a mis peticiones.

Tu nariz aguda
como fina espada,
al infierno ardiendo
rinde y avasalla.

Tu boca es tan dulce
que al rey de la gracia,
pide beneficios
para nuestras almas.

Tu diente menudo
y en medio de la lengua,
quién fuera dichoso
para hablar con ella.

Ese hoyo que tiene
sen esa barbilla,
si fuera sepulcro
para el alma mía.

Tu cuello y tu barba
es fina esmeralda,
no hay comparación
con quién compararla.

Tu brazos Señora,
son sendas que llegan
al infierno y sacan
las almas que penan.

Esos, tus diez dedos,
son rayos de sol
los que alumbran
con su resplandor.

Tus pechos Señora
son de cristal fino,
con ellos sustentas
al verbo divino.

Tu virgínea al vientre
es arca del cielo,
a donde encarno
el Divino Verbo.

Tus muslos Señora
son dos columnas de oro,
y están sosteniendo
un lindo pimpollo.

Tus piernas y plantas
tienen tanto feo,
que en ellos pisas
al dragón soberbio.

Ya te hemos pintado reina
todas tus pretensiones,
ahora falta el Mayo
que te las adorne.

Qué Mayo echaremos
que mejor convenga,
San José a la Virgen
y el señor cura a la iglesia.

Recibís Señora
por esposo y Mayo,
San José bendito
que es de vuestro agrado

Recibís Señora
por esposo y dueño,
San José bendito
que es de vuestro empeño.

Me despido de la iglesia
también de la sacristía,
y de ti no me despido
dulce nombre de Maria.

Me despido de la iglesia
como es muy evidente,
y de ti no me despido
Nuestro patrón San Vicente.

Me despido de la iglesia
como es muy infinito,
y de ti no me despido
Nuestro patrón San Benito.

Me despido de la iglesia
de las puertas y el Sagrario,
y de ti no me despido
Virgen Santa del Rosario.

Me despido de la iglesia
también del Altar Mayor,
y de ti no me despido
Virgen de la Concepción.

Me despido de la iglesia
de la estola y el estoque,
y de ti no me despido
Nuestro abogado San Roque.

Me despido de la iglesia
del estoque y de la estola,
y de ti no me despido
Nuestra divina Pastora.

Me despido de la iglesia,
de la lámpara y su luz,
y de ti no me despido
Cristo de la Veracruz.

Me despido de la iglesia
de la pililla y el agua,
y de ti no me despido
San Antoñito de Padua.

Me despido de la iglesia
del coro y de la tribuna,
y de ti no me despido
Ángel bajando en columna.

Me despido de la iglesia
del estandarte y la cruz,
y de ti no me despido
Cristo clavado en la cruz.

Me despido de la iglesia
de los altares y sacras,
y de ti no me despido
Reina de todas las Almas.

Me despido de la iglesia
de la tribuna y el coro,
y de ti no me despido
Virgen Santa de los Hoyos.

Me despido de la iglesia
también del campanario,
y de ti no me despido
Virgen Santa del Rosario.

Me despido de la iglesia
y también del cementerio,
y de ti no me despido
Virgen Santa del Remedio.

Me despido de la iglesia
y de todo lo que hay dentro,
y de ti no me despido
El Santísimo Sacramento.

Me despido de la iglesia
de las puertas y el cancel,
y de ti no me despido
patriarca San José.

Me despido de la iglesia
de los cerrojos y aldabas,
y de ti no me despido
Cristo de las cinco llagas.

Ya os doy la despedida,
la que Cristo dio a su madre,
en el aro de la cruz
llorando gotas de sangre.

Ya os doy la despedida,
la que Cristo echó en Belén,
quién nos ha juntado aquí
nos junte en la Gloria, Amen.

(fuente: www.pozuelo.tk)