lunes, 12 de enero de 2009

Alcantud. "Ande, ande, ande, la Mari Morena..."

(fuente: http://www.atalayadecuenca.com/ALCANTUD/ALCANTUD.htm)


ALCANTUD

Pueblo alcarreño mencionado por Alfonso VIII en un documento que marca el término del concejo de Atienza en 1176, un año antes de la conquista de Cuenca.

“…E DE LOS OTEROS FASTA MUDUE DE LOS OTEROS FASTA BRIHUEGA, COMO CAE TAXO EN GUADIELA E ALCANTARIELLA Y DE ALCANTARILLA A ALCANTUD Y DE ALCANTUD AL BADO DE OZENTEXO”

Por aquel tiempo parece hubo el castillo de Dueñas, bajo el paraje de Peña Rubia, hoy plenamente desaparecido.


Su nombre parece provenir del árabe, aun con muchas derivaciones especulativas, y se viene aceptando (lo que no aclara nada) como Puentecillo de Hud.


Pero su interés deriva de una primitiva calzada que corría por su término con dirección a Ercávica, con la particularidad que se conserva una epigrafía en la roca, a la altura del sitio de Los Toriles, que nos dice fue construida por el ciudadano Cayo Iulio Celso, empleando para ello la nada despreciable cantidad de 100.000 sestercios, pudiendo verse su traslación en el siguiente grabado:

De todos modos no son muchos los vestigios romanos encontrados en su término (algunos en Huerta Bellida), atendiendo a la importancia de esta vía, pero esto no impide que se haya especulado mucho con el antiguo nombre de esta población. Unos dicen que fue llamada la “Gran Tiberia”, otros que si fue mansió de nombre “Albónica”, y del mismo puente que parece derivarse de su discutible etimología tampoco nos han quedado vestigios.


Caso extraño es que en su término se encuentra un balneario de aguas medicinales que no fue detectado por los romanos, algo inusual.


La iglesia, de estructura románica, con múltiples reformas posteriores, conserva algunas marcas de cantero y unos deteriorados capiteles en la primitiva portada.


Una anécdota que entiendo que debía ser sabida, sería la de una mujer, de nombre Maria Moreno, natural de Alcantud, que para las navidades de 1702, en el convento de San Francisco de Cuenca dio lugar, junto con otros alborotadores, a que el regidor conde de Cervera, entre el estruendo de zambombas y almireces, la encontrara metida en un confesionario golpeando fuertemente un caldero de cobre. Por este motivo fue castigada a pena de azotes.


Al año siguiente, los mozalbetes recordando esos episodios, iban cantando “ande, ande, ande, la marimorena, ande, ande, ande que es la nochebuena”, que ha quedado como característico villancico que se ha extendido por todo el territorio nacional.


En su término se encuentra la posiblemente mayor mancha de Madroñal de toda la provincia.


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Más información en: http://elpozuelocuenca.blogspot.com/search?q=alcantud




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