lunes, 14 de enero de 2008

CONFERENCIA ALFONSO CALLE GARCÍA. 3ª PARTE


(Nuestro más sincero agradecimiento al escritor Alfonso Calle García, por su inestimable ayuda, y a quién ha contactado con él y nos la ha hecho llegar.


fuente: Conferencia dada por el mismo en las Fiestas patronales de Villanueva de Alcorón en Agosto 1996. )


3ª PARTE

La riqueza arqueológica de Villanueva de Alcorón, en yacimientos celtibéricos, es extraordinariamente abundante, hasta el punto de que dudo que se de un número mayor de yacimientos en ningún otro municipio español. Para que os hagáis una idea, tomando como centro un punto entre El Carrascalejo y Casa El Alto, en un radio de 5 Km. he localizado 7 poblados ibéricos distintos. Con similitudes, como es lógico, en la construcción, y diferencias en sus formas urbanísticas globales, debido al lugar de ubicación.


Hace 22 años, decidí intentar descubrir que eran, de que se trataban una serie de "corralazos" que decimos nosotros, existentes en nuestro paraje de "Los Villares", cercano a la Laguna del Navajo de Carrascosa.


Ya el nombre sugería que podríamos estar ante algún poblado antiguo. En los mencionados "corralazos", se veían, y se siguen viendo, perfectamente las entradas, hechas con dos grandes losas verticales, separadas unos 70 cm. aproximadamente, y que se abrían a un recinto pequeño de no mas de 30 m2.


Por la anchura de la puerta no podía ser una paridera, pues estas tienen puertas mucho mas anchas ante la necesidad de pasar las ovejas (que casi nunca lo hacen de una en una). Por lo tanto no se trataba de esto. Con un pico y una pala decidí excavar. Lo hice en dos o tres puntos, en una superficie pequeña de medio metro cuadrado como máximo y posteriormente los tapé. El descubrimiento, para mi fue excitante. A unos 60 cm. de profundidad aparecía lo que debía ser el suelo de la vivienda, formado por una capa de arcilla prensada, muy dura y muy plástica; exactamente igual que la que de niño había visto en varias casas de mis pueblos, Villanueva y Carrascosa, que como en todos los de alrededor, se les daba una capa de lodo cada verano para tapar las grietas que se abrían de año en año. Pues bien, sobre esta capa de arcilla encontré mas de 50 trozos de cerámica, algunos de ellos con pintura; huesecillos, de conejo, liebre o gallinas, y una grapa de hierro. Sobre este mismo lecho de arcilla, aparecieron restos de ramas quemados apelmazados con barro ahumado y pequeñas piedras así mismo ahumadas. No existía ni un solo resto de teja, por lo que aquello no era árabe ni romano (los primeros cubrían con teja curva, y los segundos con teja plana llamados "tégolis" y "cánolis", correspondientes a nuestros canal y cobija.


Me puse en contacto con D. Emeterio Cuadrado Diaz, Presidente de la Asociación de Amigos de la Arqueología de Madrid, uno de los mayores expertos de España en arqueología ibérica, quien me dijo que los restos encontrados eran celtibéricos de entre los siglos II y IV a.C.


Seguí estudiando el tema y encontré que la forma de construcción de las viviendas era celtibérica. Construcción ciclópea en jambas y dinteles debido a que desconocían los artes de trabar correctamente la piedra; y que los techos los realizaban con ramas, sobre las que ponían barro para impermeabilizar la cubierta. Sobre ésta colocaban piedras con el fin de darle el peso suficiente a este pobre armazón y conseguir que el "cierzo" no las levantara.


¡Coincidía en todo con lo que había encontrado!.


Seguí estudiando, hasta encontrar la referencia al saqueo de la Celtiberia de Sempronio Graco indicado anteriormente, y la conclusión es que el poblado había ardido, probablemente quemado y saqueado, tal vez en aquella campaña de Sempronio.


Todo aquello me intrigaba y a la vez me gustaba. Continué investigando. Encontré un estudio de D. Antonio Blázquez y Delgado Aguilera, que en 1.920 se dedicó a intentar encontrar la calzada romana descrita en el "Itinerario de Antonino" como Vía Nº 31 que iba desde Saltigi a Carae y este señor identifica ambas poblaciones como Chinchilla de Albacete y Zaorejas. Este "Itinerario" describe las millas que existen entre distintas poblaciones o mansiones a lo largo del transcurso de la misma. La recorre desde Chinchilla hasta Alcantud en donde sitúa las ruinas de Aibónica; después sube el río Guadiela hasta llegar al Estrecho de Toriles en donde encuentra Peña Escrita (que no es sino una inscripción romana o miliario de una calzada en la piedra). Blázquez sitúa Carae en Zaorejas, que según el citado "Itinerario", está a 16 millas o 27 Km.; distancia que coincide entre Alcantud y Zaorejas, pero entre ambas existe otra población o mansión denominada Agiria, y que él, sitúa con una interrogación en El Pozuelo.


Si es cierto que esta calzada coincide con la Vía 31, Los Villares de Villanueva de Alcorán, son la Agiria tan buscada. Lo que no sabría deciros es si Agiria es el poblado en el que excavé, si lo es otro poblado aún mayor que está junto al camino de Villanueva a Carrascosa, también cerca del Navajo, o si lo es un tercero situado por la Loma Cerosa, junto a la mojonera de El Pozuelo. Yo me inclino por este último puesto que la calzada romana, o el camino de Villanueva a La Herrería pasa muy cerca de él y porque los sillares con que está construido son mucho mayores y más robustos que los de los otros dos, aún siendo menor el número de viviendas que lo forman.


Así pues: ¿Está la Agiria de tiempos romanos en Villanueva de Alcorón?. Tal vez algún día algún estudioso pueda darnos la razón. Por ahora lo dejaremos en una interrogación."

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