jueves, 17 de enero de 2008

Conferencia Alfonso Calle García. 6ª Parte


(Nuestro más sincero agradecimiento al escritor Alfonso Calle García, por su inestimable ayuda, y a quién ha contactado con él y nos la ha hecho llegar.


fuente: Conferencia dada por el mismo en las Fiestas patronales de Villanueva de Alcorón en Agosto 1996. )


6ª PARTE

"Desde su misma fundación, la práctica totalidad de estos pueblos se formaron con pastores, o un tanto por ciento muy elevado de su población lo era, por lo que estaban ligados íntimamente a la organización de "La Mesta" que era la que regulaba el paso de ganados a través de las cañadas reales, veredas, cordeles, descansaderos, ríos, terrenos privados o poblaciones. La Mesta fue promovida por Alfonso X El Sabio y apoyada con fuerza por los Reyes Católicos; pues no en vano habían sido los pastores, además de repobladores en tiempos de Reconquista, la avanzadilla en la ocupación de terrenos conquistados y embajadores entre las poblaciones mozárabes de las nuevas costumbres cristianas. En el caso de Villanueva, la Cañada Real usada era la de Los Chorros, a la que llegaba a través del cordel existente en nuestro término, incorporándose a la altura de Beteta, para pasar por Tragacete, Chillarón de Cuenca, La Parrilla, Las Pedroñeras, Socuéllamos, Villanueva de los Infantes, entre Castelar de Santiago y Santa Cruz de Mudela, La Navas de San Juan, Linares para terminar al borde del Guadalquivir cerca de Bailén, Andujar y Marmolejo.

Basados en su actividad ganadera, son los siglos XIV al XVIII los de mayor pujanza económica de Villanueva, que se ha hecho famosa en toda Europa ¡si! ¡habeis oído bien!... ¡digo en toda Europa!, por la calidad de sus lanas.

En un documento existente en el Archivo Municipal de Cuenca, que es el "Arancel de Precios y Salarios de Cuenca", fechado el 15 de Septiembre de 1.462, respecto al precio de la lana, indica que la más cara es la de Villanueva de Alcorón a 157,5 maravedís la arroba, mientras está a 150 la de la ciudad de Cuenca, a 147,5 la de Armallones, Zaorejas y El Pozuelo, a 127 en El Recuenco o Carrascosa y así sucesivamente hasta los 82,5 en Moya o Valdemeca, esto contabilizando los pueblos de sierra, que la lana del resto de pueblos de Cuenca es aún inferior por ser inferior su calidad.

Pues bien, esta lana se exportaba anualmente entre 60.000 y 80.000 arrobas a Génova o Florencia, y algunas partidas a los mercados de Flandes.

No era la lana el único producto además de la carne; también los derivados de la piel, tal como nos habla el fuero de Cuenca, se hacen "zapatos de piel de carnero", "zapatos de piel de cabra", cordobán, sardón, badana, guadamecí y pieles en general.

En el siglo XV, concretamente en 1.462, Enrique IV de castilla donó con sus tierras y vasallos a D. Lope Vazquez de Acuña, la aldea de Villanueva; y en los siglos XVII y XVIII parece que se produce la época de mayor bienestar de nuestro pueblo al empezar una actividad fabril con la fábrica de vidrios, que empezaron a instalarse por la zona al amparo de la abundancia de madera. Estaba ubicada junto a la carretera de Armallones, en su lado derecho, en lo que denominamos El Arrabal.

El siglo XVIII ya apunta una serie de acciones que tomarán cuerpo en el S. XIX y que perjudicarán notablemente el desenvolvimiento y desarrollo de la ganadería.

Se Junta en este siglo, el advenimiento de modas italianas, llegadas de la mano del Rey Carlos III desde Nápoles, unidas a las francesas traídas por su abuelo el Borbón Felipe V. Hay ganas y necesidad de cambio de estructuras. En el resto de Europa se empiezan a abrir paso actividades fabriles, y las agropecuarias están siendo repartidas entre los campesinos.

La Corona empeñada en sus luchas coloniales, primero con Los Países Bajos y ahora con los iberoamericanos que empiezan a reclamar y alcanzar la independencia, tiene necesidad de dinero. Jovellanos a final del XVIII llega procedente de Francia con nuevas ideas que revolucionarán el campo español. Estas ideas abren paso a la desamortización o las desamortizaciones mejor dicho, que van a marcar casi todo el siglo XIX.

Desamortizar consiste en poner a la venta enormes lotes de terrenos; baldíos, de realengo, de la nobleza o de la iglesia. Estos bienes de los que dicen "están en manos muertas", porque ya están amortizados, no producen a las arcas de La Corona y solo se benefician de ellos los pastores.

Jovellanos vino con la idea de que estos terrenos que salían a la venta fueran para quien los trabajara, tal como intuía o había visto que se hacía en otras partes de Europa; pero aquí en España, la inmensa mayoría de estos terrenos fueron a parar (como no podía ser por desgracia de otra forma) a manos de políticos de Madrid y de provincias, caciques de pueblos y toda clase de gentes con influencias. Puede decirse que fue el negocio del siglo para los políticos y caciques, y el inicio de la ruina para labradores y sobre todo pastores de toda nuestra Sierra.

A partir de aquel momento, las Cañadas Reales empezaron a ser una carrera de obstáculos, pues los terrenos de realengo, baldíos o de la iglesia, habían pasado a tener un dueño concreto que no permitía pastar en ellos al paso hacia el Valle de Alcudia. Se empezó a pensar en cambiar el sitio de "extremo" a La Alcarria, aunque sus pastos fuesen muy inferiores en cantidad y calidad a los de las orillas del Guadalquivir, y el clima también mucho peor. Es decir: por un lado los efectos de la "desamortización" que limita el pasto durante al camino a los descansaderos, y por otro el Ayuntamiento de Cuenca que con su política de favorecer el pino y perjudicar al resto de especies, perjudica también el pasto o el "suelo", con lo que cada vez hay mas "vuelo" y menos "suelo", se empieza a producir el comienzo de la ruina poblacional de nuestros pueblos."

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